

Empiezamos en Nueva York, tirando hacia el Suroeste, esto es, pasando por Nueva Jersey, Delaware, Mariland, Virginia, Carolina del Norte y del Sur. Seguimos por Georgia, Alabama y Misisipí, todos ellos, estados supuestamente aburridos y llamados "Bible Belt"..."Cinturón de la Biblia". Te puedes hacer una idea de lo religiosos que son por ahí...Arkansas y Louisiana, sin pasar por New Orleans, que lo dejaremos para otra escapada para disfrutar con calma de esta zona que merece un viaje dedicado...llegamos a la desértica Texas, con Houston, Dallas o San Antonio y millas y millas de rectas carreteras, mucho chili y abundantes barbacoas. Una vez terminado este recorrido comienza lo bueno. Nuevo México...Arizona...Utah...Nevada...o, lo que es lo mismo...Río Grande, Montañas Rocosas, desiertos y cactus, The Grand Canyon o Río Colorado. Todos nombres atractivos que te ponen los pelos erizados. Vamos a Nevada, sin pasar por Las Vegas, que ya he visto suficiente en películas, pero bueno, hay que pisar la antigua colonia española, además de que hay que alcanzar California, tierra de vinos, agricultura y entretenimiento. Napa, Los Angeles y de ahí a la conocida Pacific Coast Highway, que te dirige, tras curvas y acantilados a San Francisco, ciudad de los valles y número 1 para todo americano.
Excitada, encantada y, de nuevo...afortunada. Unas dos semanas de nuevas percepciones que compartiré en pocos días en España.